Tratamientos con hilos tensores: cara y cuerpo

El tratamiento con Hilos Tensores es un tratamiento no invasivo, seguro y eficaz, que se utiliza con el fin de realizar un lifting no quirúrgico mediante la inserción de hilos en la dermis para traccionar y con esto generar una tensión natural de la piel que producen efectos de larga duración, además de que permite combinarlo con otros tratamientos para potenciar los efectos.

El resultado del tratamiento de los hilos permanece estable durante un periodo aproximado de 12 a 18 meses, ya que son de un material hipoalérgico que se reabsorbe con el tiempo, pero que ofrece resultados totalmente naturales, porque reposiciona el tejido, redefiniendo el contorno del rostro, mejorando la microcirculación y las cualidades de la piel, estimulando el colágeno, reduciendo las líneas de expresión, arrugas, pliegues faciales o corporales y aportando luminosidad.

Este procedimiento es recomendado para evitar o mejorar la flacidez y caída de las mejillas, línea mandibular, surcos nasogenianos, zona del mentón, levantamiento de cejas y cuello, aunque también son recomendados a nivel corporal dependiendo de las necesidades de cada paciente.

Existen varios tipos de hilos, aunque los más usados para mejorar flacidez facial mayormente del tercio inferior de la cara son los hilos espiculados, siendo el más usado por excelencia los de Polidioxanona (PDO). Estos hilos están provistos de unas pequeñas espículas o púas, las cuales se enganchan a la dermis para aplicarle la tensión deseada a la piel.

Existen otros tipos de hilos, como los monofilamentos, indicados para mejorar y reafirmar algunas zonas de la cara e inclusive a nivel corporal. Usados mayormente para el levantamiento de cejas, mejorar zona de patas de gallos, zona del código de barra, el surco del mentón y la flacidez del cuello, entre otros proporcionando muy buenos resultados.

Los resultados de este tratamiento comienzan a ser visibles al instante, pero es a los 30 días de ser implantados cuando se aprecia su mayor efecto y con una durabilidad de 18 meses.

Según la necesidad de cada paciente el tratamiento se puede complementar con otras técnicas de revitalización y tensado de la piel, como puede ser el caso de la mesoterapia facial con plasma rico en plaquetas (PRP), con Ácido Hialurónico, cóctel de vitaminas, entre otros más conocidos como el caso de los tratamientos de relleno de surcos con Ácido Hialurónico y Botox del tercio superior del rostro, etc.

El número de hilos a usar dependerá de las necesidades de cada paciente y la vuelta a la rutina habitual es rápida, solamente se recomienda no realizar tratamientos dentales, ni masajes faciales en la semana siguiente y también es ideal dormir boca arriba durante 4 – 5 días.