La Celulitis se caracteriza por la acumulación de tejido graso en determinadas zonas del cuerpo, siendo más frecuentes en torno a las caderas, el vientre, los muslos y las nalgas, que además se acompaña de cambios en la microcirculación del tejido conjuntivo.
Existen varios factores que pueden predisponerla, entre los más frecuentes la falta de ejercicio y la vida sedentaria.
La celulitis puede clasificarse en varios estadios:
Estadio 0 – Es la piel de aspecto normal, sin aquel efecto de piel de naranja al pinzarla. (Subclínica).
Estadio 1 – Aparición de la llamada piel de naranja exclusivamente al pinzarla. (Edematosa).
Estadio 2 – Aparición espontánea de la piel de naranja, pero únicamente por acción de la gravedad (posición de pie). (Blanda).
Estadio 3 – Permanencia de la piel de naranja en cualquier posición, inclusive tumbado. (Dura o fibrosa).
El tratamiento de la celulitis se realiza con la técnica de mesoterapia, donde se administran varios tipos de fármacos anticelulíticos por vía intradérmica, con la finalidad de obtener un efecto terapéutico loco – regional y a distancia.
El procedimiento es rápido y sencillo, con escasas contraindicaciones y proporcionando buenos resultados, siendo estos más efectivos cuando se combinan con otras alternativas como la dieta, el ejercicio, adecuada hidratación (beber agua de 1 a 2 litros al día), tratamiento con cavitación, presoterapia, drenaje linfático, ozonoterapia, carboxiterapia, etc.
Se aconseja que las sesiones del tratamiento se realicen semanalmente y el total de ellas suele variar dependiendo de cada paciente en particular, por lo general entre 7 y 14 sesiones.